viernes, 17 de agosto de 2012

Laredo y un circo de Títeres

en Laredo hay que montar en bici para recorrer el paseo marítimo...no sabemos que lugar elegir, pero haciendo gala de la poca vergüenza que venimos desarrollando, ante la duda elegimos la plaza más cerca del centro, más grande y donde suelen hacer conciertos, además tiene un kiosko de "Yogur Helado" y una churrería...(aqui hay colillas, aqui han fumado). Así que lo vemso claro, y continuamos explotando los recursos Andalumanga que como James Bonds de los cuentos Callejeros, siempre tenemos un ingenio a mano. En esta ocasión, usamos las baterías supletorias que hemos instalado en la Andaluneta para abastecernos de electricidad. Rezamos al Dios de Bilbao, que nos está ayudando mucho y encontramso un sitio perfecto para aparcar y tirar el cable. Todo listo y la función empieza, y se forma corro, la plaza es inmensa y los mayores se quedan más comodos en la distancia, pero los microfonos y el poder de la intención hacen que les notemos en la cara y en la sonrisa que están atentos y disfrutando. Al llegar la hora en la que los niños, como el Guadiana, van desapareciendo, aún tenemos ganas de más cuentos, así que damos el triple salto mortal a empezar a contar cuentos para adultos... y logramos contar un par de cuentos con gran aceptación y regocijo, pero "tripas tenemos tós" y el público termina por desaparecer, son las 21.30 y lo tomamos como un regalo, pues tenemos el tiempo justo para recoger a lo Hussain Bolt, tomarnos un helado (después de ver unos 50 niños disfrutándolo...¿Quién se resiste?) y correr a un Circo de Títeres que ha llegado también a Laredo. Al llegar nos dicen que han suspendido por falta de público, pero seguimos charlando, nos han estado viendo y nos felicitan el valor y la calidad, y como regalo nos invitan a entrar y descubrir todos sus títeres. Aún nos duele la mandíbula de tener la boca abierta con el Fakir, la Margarita Cubana, la Equilibrista, el Jefe de Pista el Perro saltarín y todos los componentes de ese circo tan humano...
Con un sentimiento contradictorio, entre la profunda admiración por esas personas y su trabajo y la incomprensión del mundo por permitir que un circo (a 6€ la entrada) de títeres esté vacío, acupamos asientos en la Andaluneta y continuamos nuestra marcha...Hay que seguir y llevar los cuentos a más lugares...

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